Queso Raclette

El queso Raclette es un queso de origen suizo semi-curado que procede de la región de Valais. Elaborado a partir de leche cruda de vaca, se suele presentar en forma de rueda, con un peso aproximado de unos 6 kg.

Aunque en su origen, se formaba a partir de leche de este animal, en la actualidad podemos encontrarnos en el mercado queso Raclette de cabra, de beaufort o fumé.

Presenta en su corteza unas tonalidades beige y marrón, mientras que en su interior tiene unos colores más claros, que tienden al amarillo y al marfil oscuro.

La suavidad de su textura hace que sea uno de los quesos preferidos para aquellos a los que les gusta las fondue de este alimento, con un sabor un tanto ácido.

El queso Raclette requiere entre 3 y 6 meses de maduración, tras lo que se consigue una pieza circular con unos 30 cm de diámetro y unos 6 de grosor.

Queso Raclette: Origen

Existen evidencias documentales que hablan de que ya a finales del siglo XIII, en los monasterios de la época se consumía queso Bratchäs, que es como se llamaba por aquel entonces a esta clase de quesos, el cual cambió su nombre al actual en 1909 para homenajear a un poeta del país helvético.

Ya los granjeros suizos consumían este tipo de quesos cuando lo dejaban derretir en las chimeneas para entrar en calor en unas zonas en las que predominaban las bajas temperaturas.

Propiedades del Queso Raclette

Entre las características más reconocidas del queso Raclette, destaca también que su materia grasa está en torno al 45% en su composición, por lo que se recomienda incorporarlo a la dieta siempre que ésta sea equilibrada y sana.

Raclette de Queso

El Raclette de queso es una de las pocas variedades que realmente puede usarse para presentar en textura fundida, muy parecida a la fondue aunque con pequeñas diferencias.

Como no vale cualquier queso para degustarlo de esta forma, el raclette de queso es aquel que mejor puede venirle a las personas que prefieren disfrutar de un queso caliente, para untar y combinar con otros alimentos como patatas, pan o embutidos, entre otros muchos complementos aceptados.

La Raclette: Ingredientes

El queso Raclette es la materia prima de la Raclette, que es un plato típico del cantón de Valais donde se elabora este queso: esta receta consiste en acercar la olla con el queso a una fuente de calor, como un horno o brasas, y se sirve acompañado de patatas cocidas, embutidos y pepinillos.

Los ejemplares de queso Raclette con exceso de maduración exigen el uso de parrillas o máquinas para fundirlo correctamente.

El queso Raclette, por tanto, es uno de los más indicados para fundirse, de ahí que sea uno de los preferidos por los amantes de este tipo de alimentos.

Diferencias entre Raclette y Fondue

Se diferencia de la fondue en que en la Raclette se derriten los trozos de queso de tamaño de unos 30 centímetros, y puede ir maridada con distintos productos, como agua, pan o cerveza.

En el caso de la fondue, se combinan diferentes tipos de quesos.

Recetas con queso Raclette

Además de lo ya mencionado, existe multitud de variantes que se pueden aplicar con el queso Raclette en la cocina, a través de numerosas recetas con queso Raclette, como brochetas con carne y verdura o en combinación con pescados como el salmón o el rape.

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El queso Raclette es uno de nuestros productos estrella, ya que procede de las mejores regiones de Suiza, donde están especializados en una elaboración siguiendo los patrones tradicionales de este alimento.

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Queso para Raclette

Aunque es más conocida la modalidad de fondue, el queso para raclette es muy solicitado por parte de aquellos amantes de la peculiar textura de estas preparaciones.

Existen muchas maneras de disfrutar de un buen queso para raclette, aunque lo más común es verla en reuniones sociales, con amigos o familiares que se sientan alrededor de una mesa para disfrutar del mejor queso.